La vida es un gran teatro, todos somos títeres, manipulados
desde el cielo
Las cuerdas o también llamado cultura, sociedad o creencia
se escriben por los hombres, el mismo hace y deshase, como la costurera al coser.
Son tan fuerte las ideologías, creencias, estilos de vida
que los ojos viven mirando con un mismo lente.
Desde chicos y de acuerdo a cuando vamos creciendo la
película que nos ponen en esta gran sala de cine se repite una y otra vez,
tantas veces como sea necesario, como cuando chicos repetíamos un millón de
números hasta saber, que luego del 2000 vendrá el 2001, o como quienes fueron
enemigos en aquella guerra.
Lo establecido está establecido, vivimos sin saber que una
vez que llega la hora, y luego pasen los años, lo que uno deje o no de hacer no
cambiará, siempre tendrá el mismo final. La realidad nos hace amoldarnos,
creemos como aquel que vive remando, donde asume que la vida es remar y remar.
¿Qué debemos hacer en realidad?, tomamos decisiones que se
vuelven hechos, sin poder evitar el desenlace.
Dicen los exitosos, no dejar nada a la suerte, donde prima
pensar en el peor escenario, ganándole a la suerte, dejando el menor porcentaje
en probabilidad al destino; calculando cada paso la probabilidad de errar será
menor. Todo siempre y cuando la naturaleza, la vida misma, no nos depare un nuevo
por venir.
Ahí es donde en un intento de salvación, damos manotazos en
el agua como para no ahogarnos, buscamos seres del más allá, seres divinos en
quien confiar, en quien sostenernos para volver a respirar, donde las promesas
parecen formar la unión entre las fuerzas del más allá y nuestros cuerpos
mundanos.
Quizás solo la vida, nuevamente nos saca a flote, y ahí sin
saber bien quien tuvo la verdad sobre nuestro andar, pagamos aquellas promesas,
donde la “lógica” se hace el principal aliado.
Así es la vida, ella corre y corre, una gran jungla donde
amoldarse a lo que uno vive, o quizás no tanto, forma parte del vivir. Ser así
o asa, nos va formando. Donde muchas veces hay que atropellar, en otras pisar
la pelota y en algunas, como Ronaldinho con el pase del tuerto, en cambio solo pasar la pelota sin mirar a
quien.
Y todo se resumen, que en la vida hay dos cosas seguras, la
opinión de los demás y la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario