Es sabido el machismo dominó el mundo en todos los aspectos desde
la concepción o inicio de la misma de la
vida, y fue rodeando la evolución en sus distintas etapas. Desde épocas ancestrales
el hombre por sí se ha superpuesto a la mujer, desarrollando el concepto de
sexo fuerte y sexo débil.
Será que la mujer por si en su ser mismo, divinamente se
caracteriza por ser débil desde su misma fisonomía?. O tan solo es la
imposición cultural lo que la hace definirse ¿femenino y no masculino?. El
concepto visto como “hembra” y sus acepciones (hija, madre, hermana, ama de
casa, cocina, limpieza, plancha), impuesto y superpuesto ante cualquier otro
termino dando así inicio al formato
contextual representado por el de una verdadera niña, y no así el de un niño, bruto,
rudo y masculino.
Dicen que uno es lo que percibe, lee o recibe como fuente de
información. Desde sus primero pasos en
la vida el género femenil recibe amplios conceptos que van formando su carácter
para comportarse de determinada forma socialmente, siendo el color rosa el que prima
entre ellas, debido a que conceptualmente dicho color representa todo lo suave
suave, tierno y delicado.
Son muchos los ejemplos de experimentos que demuestran que la
formación personal íntegra de la persona se rige de acuerdo al tipo de contexto
en el que se desarrolla, encasillándose de tal o cual forma. Los diferentes
ensayos sobre la existencia de la vida, se han desarrollado sobre suposiciones
erradas, que lleva a creer que una persona por ser de una determinada raza o
etnia, o pertenecer a cierto nivel jerárquico mayor sea superior a otro, esto
basado en conceptos compendiados por
algunos para superponerse a otros.
Así se puede constatar con
evidencias más que certera, casos en donde el hombre de la selva se vuelve un
animal, en su esencia maleable, como los que componen su habitad, también
aquellas estrellas sociales de test oscura que hace años cumplían la función de
servir a otros.
He aquí la pregunta, ¿son realmente las mujeres, mujeres?,
seres femeninos… Y así los hombres, fuertes, rudos… ¿HOMBRES? O sencillamente
un experimento social, manipulado no solo desde aspectos que nos competen en la
realidad con tanta evidencia, sino, ¿desde el origen mismo de la vida?
¿Es tan importante el aspecto psicológico humano?, o, ¿quizás
tan débil y vulnerable?. El ser humano tiene la particularidad de poder
adaptarse ante cualquier situación, como un verdadero camaleón. Son muchas los
factores y situaciones que lo van moldeado de una u otra forma, dejando de lado
la relación entre el hombre y su origen mismo, su ser. Siendo esclavos del
deseo o la necesidad, innecesaria, ante intereses que dan lugar al desarrollo
de perfiles con el fin de cumplir funciones específicas y así satisfacer a
terceros.
Queda la duda en libros, enseñanzas, manuscritos y cualquier otro legado presentado que en los
principios de la humanidad fue la mujer quien indico al hombre que hacer y cómo
actuar ante situaciones varias, quizás la postura masculina de dejarse
manipular fue instaurada en tiempos ancestrales, a través de dichos escritos
citados anteriormente, impuestos tal vez hasta por el mismo género femenino. Dejando
en evidencia lo que connota la intención feminista de colocar a la mujer como el sexo débil
siendo que en realidad representa el sexo fuerte.
La intención capaz fue cumplida, dejando a la mujer en un
rol casero, respaldándose en la comodidad de tan sólo realizar labores de poco
relevancia.
Como toda teoría no siempre es exacta, con el paso del
tiempo los beneficios que traía consigo ser la voz de mando dentro de la casa, tener
derechos ganados por ser quien satisfaga las necesidades básicas de la familia,
llevo a un replanteamiento de la postura femenina, iniciándose una lucha para
cambiar este concepto.
La evolución demuestra que el ser humano, es un ser de
preconceptos, criado de acuerdo a definiciones determinadas, muchas veces con beneficios
establecidos y acompañados de diferentes acontecimientos, dando como resultado
el remplazo tanto de uno u otro rol, socialmente catalogado.
Las hipótesis pueden ser varias pero a simple vista queda,
sin ánimos de querer admitirlo, que la mujer es el sexo fuerte mentalmente.
Dentro de lo actual el seudo “concepto” de que la mujer es
el sexo débil, y la lucha actual por la igualdad de género, aun persisten ratros de la
teoría femenil, en actos de supuesta “caballerosidad”, por así describirlos que
constituyen beneficios obtenidos por ser mujer, pero que en realidad evidencia
que la igualdad no existe, más bien un beneficio hacia las mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario