13 jun 2016

Animales maleables

Es sabido el machismo dominó el mundo en todos los aspectos desde la concepción o inicio de la  misma de la vida, y fue rodeando la evolución en sus distintas etapas. Desde épocas ancestrales el hombre por sí se ha superpuesto a la mujer, desarrollando el concepto de sexo fuerte y sexo débil.   
Será que la mujer por si en su ser mismo, divinamente se caracteriza por ser débil desde su misma fisonomía?. O tan solo es la imposición cultural lo que la hace definirse ¿femenino y no masculino?. El concepto visto como “hembra” y sus acepciones (hija, madre, hermana, ama de casa, cocina, limpieza, plancha), impuesto y superpuesto ante cualquier otro termino dando así inicio  al formato contextual representado por el de una verdadera niña, y no así el de un niño, bruto, rudo y masculino.
Dicen que uno es lo que percibe, lee o recibe como fuente de información. Desde sus primero  pasos en la vida el género femenil recibe amplios conceptos que van formando su carácter para comportarse de determinada forma socialmente, siendo el color rosa el que prima entre ellas, debido a que conceptualmente dicho color representa todo lo suave suave, tierno y delicado.
Son muchos los ejemplos de experimentos que demuestran que la formación personal íntegra de la persona se rige de acuerdo al tipo de contexto en el que se desarrolla, encasillándose de tal o cual forma. Los diferentes ensayos sobre la existencia de la vida, se han desarrollado sobre suposiciones erradas, que lleva a creer que una persona por ser de una determinada raza o etnia, o pertenecer a cierto nivel jerárquico mayor sea superior a otro, esto basado en conceptos compendiados  por algunos para superponerse a otros.
Así se puede constatar con evidencias más que certera, casos en donde el hombre de la selva se vuelve un animal, en su esencia maleable, como los que componen su habitad, también aquellas estrellas sociales de test oscura que hace años cumplían la función de servir a otros.
He aquí la pregunta, ¿son realmente las mujeres, mujeres?, seres femeninos… Y así los hombres, fuertes, rudos… ¿HOMBRES? O sencillamente un experimento social, manipulado no solo desde aspectos que nos competen en la realidad con tanta evidencia, sino, ¿desde el origen mismo de la vida?
¿Es tan importante el aspecto psicológico humano?, o, ¿quizás tan débil y vulnerable?. El ser humano tiene la particularidad de poder adaptarse ante cualquier situación, como un verdadero camaleón. Son muchas los factores y situaciones que lo van moldeado de una u otra forma, dejando de lado la relación entre el hombre y su origen mismo, su ser. Siendo esclavos del deseo o la necesidad, innecesaria, ante intereses que dan lugar al desarrollo de perfiles con el fin de cumplir funciones específicas y así satisfacer a terceros.
Queda la duda en libros, enseñanzas, manuscritos y  cualquier otro legado presentado que en los principios de la humanidad fue la mujer quien indico al hombre que hacer y cómo actuar ante situaciones varias, quizás la postura masculina de dejarse manipular fue instaurada en tiempos ancestrales, a través de dichos escritos citados anteriormente, impuestos tal vez hasta por el mismo género femenino. Dejando en evidencia lo que connota la intención  feminista de colocar a la mujer como el sexo débil siendo que en realidad representa el sexo fuerte.
La intención capaz fue cumplida, dejando a la mujer en un rol casero, respaldándose en la comodidad de tan sólo realizar labores de poco relevancia.
Como toda teoría no siempre es exacta, con el paso del tiempo los beneficios que traía consigo ser la voz de mando dentro de la casa, tener derechos ganados por ser quien satisfaga las necesidades básicas de la familia, llevo a un replanteamiento de la postura femenina, iniciándose una lucha para cambiar este concepto.
La evolución demuestra que el ser humano, es un ser de preconceptos, criado de acuerdo a definiciones determinadas, muchas veces con beneficios establecidos y acompañados de diferentes acontecimientos, dando como resultado el remplazo tanto de uno u otro rol, socialmente catalogado.
Las hipótesis pueden ser varias pero a simple vista queda, sin ánimos de querer admitirlo, que la mujer es el sexo fuerte mentalmente.

Dentro de lo actual el seudo “concepto” de que la mujer es el sexo débil, y la lucha actual por la  igualdad de género, aun persisten ratros de la teoría femenil, en actos de supuesta “caballerosidad”, por así describirlos que constituyen beneficios obtenidos por ser mujer, pero que en realidad evidencia que la igualdad no existe, más bien un beneficio hacia las mujeres.

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